Ética convergente- Tomo III: Teoría y práctica de la convergencia de Ricardo Maliandi (En papel)

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Subtítulo:Teoría y práctica de la convergencia

Páginas: 524

Esta obra es el resultado de una larga meditación. La Ética convergente se presenta como un despliegue de cuatro principios básicos: universalización, individualización, conservación y realización, denominándose "sincrónicos" a los dos primeros y "diacrónicos" a los dos últimos. La propuesta de esos cuatro principios se basa, a su vez, en una teoría sobre la "bidimensionalidad de la razón". El gran problema ético es que los principios contienen exigencias opuestas y, por lo tanto, conictivas cuando se trata de aplicarlos. La aplicación conjunta, sin embargo, aunque siempre difícil, no es imposible. Sólo son incomposibles sus cumplimientos óptimos, en tanto que hay posibilidad de cumplimientos parciales o graduales. Dicho de manera muy escueta, es esto lo que trata de probar la presente Ética convergente. Es un intento de mostrar que la moralidad es más compleja de lo que suele creerse, y que no es razonable optar por el cumplimiento óptimo de algún principio determinado, porque ello implica la transgresión de otro u otros. En la Ética convergente puede decirse, muy en serio: Cumpliré estrictamente con este principio; por lo tanto, transgrediré los demás. Nicolai Hartmann vio que el principal problema ético no es el de la contraposición entre lo bueno y lo malo, sino la que se da entre lo bueno y lo bueno, o entre lo malo y lo malo. Y Karl Otto Apel demostró que hay exigencias normativas necesariamente presupuestas en cada acto de argumentación, pero también que ellas no pueden cumplirse siempre. La Ética convergente tiene en cuenta y reelabora ambos aportes.