Tierra y figura de Carlos Astrada (Digital)

Subtítulo: y otros escritos

Páginas: 144

La verdadera singularidad figurativa de lo humano, dirá Astrada, no puede ser pensada con rigor sin atender a su tierra, al genius loci, al numen del paisaje. Este ambiente geofísico, este humus único, “imprime su sello en un perfil humano” pero, de modo especular, la tierra es humanizada y animada por el hombre que la habita y también por aquellos que la habitaron en el pasado: entre vida humana y paisaje telúrico hay entonces una mutua dependencia y un influjo que no cesa de dejar huellas en un doble sentido. En el paisaje, en tanto el hombre lo marca con su transitar severo y sus indelebles sedimentos, con sus estados de ánimos y el don de su poesía; en el hombre, a quien la potencia configuradora del paisaje le otorga una estampa impar y lo conmina a devenir en aquello que verdaderamente es.
He aquí entonces la tesis que otorga sentido y consistencia a los nueve ensayos que componen Tierra y figura: es en relación con las características telúricas y las “notas peculiares del paisaje, del genius loci” que podemos entender e inferir los rasgos esenciales del “estilo vital de las configuraciones individuales y colectivas que de su humus emergieron”, pero, en virtud de esta mutua dependencia entre el hombre y su tierra, es también a partir de un tipo de hombre determinado que “podemos llegar a entrever el carácter del paisaje del cual éste proviene”.
Gabriel D’Iorio